A MI CIELO

Esta es Erika, mi cielo, mi niña. Ella tiene tres años, casi cuatro.

Ella es todo simpatía, cariño y bondad, aunque en algunas ocasiones me desquicia, por la cantidad de energia que porta y que consigue absorber la mia en cuestión de un par de horas a base de juegos y preguntas de lo más insólitas.

Llegó sin preguntar, a sabiendas que sería bien recibida y atendida, colmando, para mi sorpresa todos los ambitos de mi vida hasta entonces, habiendo de sacrificar algunas metas para poder facilitar la suya.

Desde muy pequeña tuvo que aprender a ser independiente, a pasar horas en la guardería, alejada de lo que en ese momento era su mundo, debido a las largas jornadas laborales de sus padres.

Es el fundamento principal por el que no perdí el juicio meses atrás, cuando los cimientos de mi mundo se tambalearon, la razón que me dió fuerzas para seguir adelante cuando no sabia que dirección tomar, el motivo de muchos de mis desvelos por las noches.

Me hubiese gustado darle otra vida, poder pasar más tiempo con ella, pues se que me necesita ahora más que nunca. Ella me adora, quizá por la dedicación que para con ella tengo, quizá porque aún sigue vivo en su pequeño mundo interior el recuerdo de todas las horas que pase junto a ella, cuidandola, mimandola, jugando...

No puedo pensar en ella sin que aparezca el brillo en mis ojos, aunque, en mi soledad, las lagrimas empapen mis mejillas al recordarla. Espero que algún dia sepa comprender, aceptar y perdonar. Te quiero mi vida.