La rubia.

Esta es Lorena.
Es mi amiga, bueno es mas que mi amiga, de no ser porque no compartimos consanguineidad casi podria llamarla hermana. Nos conocimos en una de esas veraniegas noches cacereñas, ya rayando el alba, y desde ese mismo instante nuestras almas quedaron unidas irremediablemente. Fue un verano largo e intenso, lleno de pasiones y buenos momentos que dio paso a un otoño con multitud de cambios para ambos. Yo, amante de mi música, de bolo en bolo, de fiesta en fiesta. Ella, mente prodigiosa debia marchar para encontrar el sendero de su vida, a la que en la actualidad es su residencia: Salamanca. Alli no sólo hayó el sendero, tambien a su actual pareja, Agustin, gran persona donde las haya y al cual entrego mi amistad y mi respeto. Como pasa siempre cuando uno siente que tiene amigos de verdad, la distancia y los largos periodos sin vernos o saber el uno del otro, no han minado en absoluto el sentimiento que ambos nos profesamos, pero como ella bien dice: estamos condenados a querernos por siempre. Le dedico un saco de besos.